Esta certificación es aplicable a cualquier organización o actividad que genere residuos y tenga dificultades a la hora de eliminarlos, como empresas, fábricas, parques industriales, edificios de oficinas, escuelas, universidades, estadios donde se celebren encuentros deportivos, conciertos, etc.
La obtención del sello reconoce a las organizaciones que consiguen valorizar al menos el 95% de los residuos que generan en su proceso de producción y, después, en el de reciclado o valorización.
Con ella se certifica que las empresas implementan o implantan las medidas más efectivas a la hora de realizar la gestión medioambiental de sus residuos y contribuir así a la conservación de los recursos naturales y reducir al mínimo el impacto de su día a día.